Si bien se trata de partículas minúsculas, la contaminación del aire es un problema de grandes proporciones que afecta la salud mundial. Una vez estos agentes contaminantes empiezan a ser parte de la atmósfera inicia el proceso para que sean absorbidos desencadenando todo tipo de problemas respiratorios y otras afecciones no solo en las ciudades, también en zonas algo más despejadas.
Las soluciones para la contaminación del aire exigen de un gran compromiso, pues se trata de desaprender conductas que ya son parte de nuestro diario vivir, pero que irremediablemente nos van conduciendo a la ruina de nuestro planeta.
Formas de evitar que el aire se contamine
Los aportes que están en nuestras manos para este propósito incluyen acciones que contemplan el ahorro en el consumo de energía, la restricción del uso de productos con gran concentración de ozono como pinturas y solventes además de considerar el emplear las denominadas energías renovables para las distintas tareas de la vida diaria.
Quienes viven en las ciudades y son conscientes de la necesidad de actuar y buscar soluciones para la contaminación del aire contribuirían bastante implementando medidas como el compartir el coche particular, bajar la velocidad en las carreteras y exigiendo un mayor control del tráfico por parte de las autoridades responsables.
Por otra parte es de gran relevancia decirle no a la quema de basura o llantas y el restringir al mínimo el manejo de fertilizantes y plaguicidas. Hay que prestar atención a los componentes de los productos de limpieza que acostumbramos a comprar y evitar los artículos desechables que no son biodegradables.
Las calefacciones residenciales son un gran enemigo de un aire sano por su generación de óxidos de nitrógeno, monóxidos de carbono e hidrocarburos. Vale la pena tener lo anterior muy presente para establecer aquello que está en nuestras manos cambiar.